LUIS PÉREZ AGUADO

LUIS PÉREZ AGUADO
Escritor, Profesor e Historiador

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viernes, 30 de abril de 2010

OTRA "GRACIA" DE LA CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN.-

Por Luis Pérez Aguado
Profesor, Historiador y escritor

Ya tenemos la última “gracia” de la Consejería de Educación de nuestro gobierno autónomo.  A los recortes, a los que ya  nos tiene acostumbrados, hay que añadir que para el próximo curso se suprimirán en los centros educativos de las islas los grupos flexibles y los apoyos educativos en Lengua y Matemáticas. Como éramos pocos parió la abuela.  
Y algún que otro u otra iluminada tienen la sutileza  de pregonar a los cuatro vientos que los nuevos recortes presupuestarios  no perjudicarán para nada la calidad educativa. Será que tienen una varita mágica y yo soy muy torpe, pero  sigo sin entenderlo. Hasta ahora, lo que hemos venido evidenciando en los cursos anteriores, es que la atención a los alumnos que más ayuda necesitan ha ido dando pasos para atrás. 
A las anunciadas supresiones de  cursos de idiomas, y eliminación  definitiva de otras lenguas en todos los niveles hay que añadir la “liquidación” de los numerosos ciclos formativos del curso pasado, la reestructuración del alumnado con necesidades educativas especiales, la eliminación de  plazas en los equipos de Orientación y en Pedagogía Terapéutica, los ahorros en profesores sustitutos que no se cubren hasta pasado un mes de baja médica… Suma y sigue. Da la sensación que este desmantelamiento  responde a una disimulada estrategia para degradar la escuela pública. De otra manera no se entiende.  
Los jóvenes no recibirán en los institutos la enseñanza de calidad adecuada, pero no  importa, ya se disimulará bajando los niveles. Al final, se demostrará que hay más fracasos. Pero tampoco importa, siempre existirá el recurso, como viene siendo uso y costumbre, de cargarle el mochuelo de la ruina al docente, porque éstos no dan  la talla,  no han trabajado lo suficiente, les falta estímulos,  no tienen vocación de mártires… y serán los culpables, por tanto, del abandono de los jóvenes del sistema educativo y de todas las responsabilidades sociales habidas y por haber.  
Mucha elocuencia, más demagogia y escasa o nula autocrítica. Está claro que quiénes no están preparados para escuchar tienen la recompensa de no enterarse de nada. Así la educación en Canarias hace tiempo que ha dejado de ser  una prioridad para nuestras autoridades. Los demás continuamos, como hasta ahora, despertándonos por las mañanas, pero seguiremos, igualmente, estando dormidos. Es la inercia de la mediocridad. Lentamente, nos están quitando toda posibilidad de desarrollo  como pueblo y nuestra enseñanza se está convierte en un desastre de ignorancia.  
No hace falta ser un adivino para imaginar cuál será la sociedad que estamos dibujando para el futuro. Y seguimos estando dormidos. 
VEGUEROS S.M. Contra los recortes presupuestarios en las escuelas públicas, por una educación de calidad y para todos.

sábado, 10 de abril de 2010

SI NO LE CONVIENE, AHÍ TIENE LA PUERTA.-


Por Luis Pérez Aguado
Profesor, escritor e historiador.-
     Si mal no recuerdo, fue hace un par de años cuando un grupo de musulmanes residentes en varios pueblos leridanos se dirigieron a sus respectivos ayuntamientos para exigir que en las piscinas municipales a los hombres y a los niños no se les permitiera estar juntos  con las mujeres   y las niñas. Al responderles que nanay de la China, que no era posible, ya que nuestra Constitución prohíbe  ese tipo de segregación, volvieron a  pedir que, por los menos, para sus mujeres, se pusiera un horario especial.
     No sé en que acabó todo aquello. Creo que se les volvió  a responder, muy educadamente, que no era posible.
     Pero, avatares del destino, me acabo de enterar que en el municipio de Lille en Francia, un partido islamista, que se presentó a las elecciones municipales, se convirtió, gracias al voto inmigrante, en partido bisagra. El partido musulmán exigió la segregación de sexos en la piscina pública del pueblo, a lo que accedió la alcaldesa a  cambio del apoyo de este partido, de forma que las piscinas de Lille hoy tienen horarios separados para hombres y mujeres. O sea, que ya no pueden bañarse juntos por exigencia de este partido musulmán.
    Me chismorrea un amigo que en España ya existe una formación política musulmana que se llama Partido Renacimiento y Unión de España, y que fue registrado en el Ministerio del Interior el pasado 23 de julio. Hasta ahora todo normal -como no podía ser de otra forma- pero hay algo que me preocupa enormemente, pues el nuevo partido, busca una "regeneración moral y ética en España". Y yo me pregunto, ¿qué significa eso exactamente? ¿Será que los miembros de esa formación pretenden imponer sus costumbres y moral islámica al resto de los españoles?
 
Un juicio islamista fue celebrado no hace mucho en nuestro país. Nueve islamistas de origen marroquí decidieron aplicar el Corán. Una mujer, también de origen marroquí, fue la víctima, a la que acusaban de adulterio. El resultado de este "juicio" ¿...?, fue la muerte. La forma, la tradicional, a pedradas, lapidada. Después de consumada la sentencia el cadáver lo enterrarían en una finca cercana. Por suerte esta mujer cuyo único delito fue el cambiar sus hábitos religiosos y culturales, adquiridos en su país de origen, pudo escapar y acudir a la policia que logró detener a sus "jueces", nueve hombres vinculados al movimiento salafista, corriente ultraortodoxa del islam.VEGUEROS S.M.

    
   Se imaginan lo que pasaría si  este  colectivo alcanzara la alcaldía de alguno de nuestros municipios. Idea nada descabellada porque estos emigrantes vienen cargados o se cargan de hijos. Dentro de dos generaciones, convertidos ya en españoles de origen –los que han nacido en España de padres españoles- quién nos asegura que respetarán las  costumbres y el estilo de vida del país que les acogió.
     Por desgracia, ya somos conocedores de  las subidas de tono y  el nivel de exigencia con que revindican algunos de estos colectivos  afincados aquí lo que consideran su derecho a utilizar los símbolos y  normas de su religión, mientras atacan ferozmente las utilizadas por la mayoría del pueblo que los acogió. Cosa que, dado su carácter de intransigencia, sería impensable pedir a la inversa en sus países de origen.
  En alguna mezquita ubicada en nuestro territorio ya se han atrevido a pedir tribunales especiales que los juzguen  según la medieval shariáh. Es probable que hayan visto esas terroríficas imágenes que circulan por Internet en las que, a  un niño que no llegará a siete años, se le obliga a poner una mano bajo las ruedas de un pesado camión para que se las aplaste. Todo por haber sustraído un mendrugo de pan. Y las bodas multitudinarias de niñas con hombres bastante maduros, o el trato discriminatorio  que se tiene hacia la mujer… Mejor no seguir. Nuestra Constitución no lo permitiría, pero, entre otras cosas, son pruebas evidentes de la manera de pensar y de actuar que tienen alguno de estos colectivo, muy alejadas de las nuestras. 
     Y, sin embargo, nuestro carácter tolerante  hace que vivamos preocupados, cuidando en extremo lo que decimos y hacemos para no incomodar  a otras culturas o a otros individuos que viven entre nosotros. Pero, entre más cuidado ponemos nosotros, más revindican ellos. Más  se quejan y protestan ¿No es más lógico que el que no nos acepte como somos viva en otra parte del mundo? ¿Por qué tenemos que vivir incómodos pensando que nuestras costumbres o nuestra manera de ser  pueden ofenderles? Está muy bien la integración. Y la multiculturalidad. Personalmente, creo en ella. Nos enriquece. De hecho, ya venimos aceptando y respetando otras creencias y culturas. Incluso damos facilidades para que las practiquen. Nos parece lo más lógico.
   Lo que no parece tan lógico es que se cambien o retoquen nuestras leyes para darles un   trato diferencial cuando venimos apostando por la igualdad del ser humano.
   Podemos ser tolerantes, amables e, incluso, ingenuos. Podemos convivir perfectamente, como ya lo hacemos, repito. Pero que los grupúsculos intolerantes no nos vengan imponiendo sus costumbres. En tal caso, lo más lógico sería que los  que vienen de fuera se  adapten a nuestra forma de ser, ya que vinieron voluntariamente. Lo que se pide al recién llegado es que acepte nuestros valores y viva en armonía y en paz con nosotros.
    Si no están de acuerdo con nuestro estilo de vida, ahí tienen la puerta. Tal como vinieron se pueden ir.  Como bien dice el canario socarrón: si te quieres dir, dite, yo no te juleo, pero no me vengas a imponer un sistema de vida  que no comparto ni está acorde con mi forma de ser.
VEGUEROS S.M. Compartiendo opiniones.